domingo, 26 de diciembre de 2010

Me quedé mirando al cuchillo un rato. La sangre todavía no se secaba. Estaba exhausta... no por hacer esfuerzo alguno, ya que el cuerpo de Daniel seguía en el piso. Estaba cansada de tanto pensar. No es que haya estado nerviosa o algo parecido; simplemente estaba harta de pensar. Qué le diría a los invitados el día de mañana, qué iba a hacer con el vestido y con los pasajes a Cancún.

1 comentarios:

UnPerroAndaluz dijo...

se me habia olvidado este blog, me dijiste que podia participar en el rita?

Publicar un comentario